Rubato

El término rubato (robado) o tempo rubato (tiempo robado), consiste en la modificación discreta y transitoria del ritmo de ejecución de una pieza musical.

Como explicaremos luego, esta moderna concepción deriva de haber extendido su significado literal y primigenio, para incorporar también aquellos cambios en los que, en vez de reducir el ritmo, este pudiera incrementarse.

En sentido estricto, el efecto rubato puede alcanzarse mediante un pequeño cambio en la métrica o en el tempo. Usualmente afecta unos pocos tiempos, pudiendo comprometer a todos los ejecutantes o en especial a uno de ellos.

El concepto actual del rubato incluye tanto el hecho de reducir como de incrementar la velocidad de ejecución. Entendido ésto, podemos hablar tanto de rubatos hacia atrás o enlentecedores, los más comunes, como de rubatos hacia adelante o aceleradores, algo más excepcionales.

Un rubato hacia atrás puede lograrse tanto reduciendo la métrica como el tempo (uno de ellos, no ambos). v.gr. pasar de un 4/4 a 2/4 ó reduciendo el tempo a la mitad. En cualquiera de los dos casos, la impresión generada será de enlentecimiento. La figura contraria opera para los rubatos hacia adelante.

En el caso de la batería, es muy común emplear rubatos para darle fin a una canción, conformando en todo o en parte el outro o remate de la misma. En otras ocasiones, el rubato está metido en medio del tema (interpuesto), generando un efecto tan peculiar y distintivo que llegue a convertirse en un obligado.

Un claro ejemplo de rubato interpuesto lo tenemos en Alta Suciedad de Andrés Calamaro, o en el tema Las Dos de la banda funk peruana "La Roja", siendo ejemplo ambos de rubatos hacia atrás. Los rubatos hacia adelante son mucho más comunes en composiciones de blues y de jazz, como suele ocurrir con muchas ejecuciones del extraordinario baterista Dennis Chambers.

El rubato interpuesto demanda un perfecto control del tempo, que nos permita zafarnos por un momento de él, para recuperarlo luego con absoluta precisión y naturalidad. Caso contrario, impactaría al oyente como un error en vez de un adorno.

A continuación, el extraordinario baterista Poogie Bell hace gala del rubato en sus distintas variantes, para acompañar al genial Albert Collins en la interpretación de Black Cat Bone, un clásico del blues de la autoría de Hop Wilson.