Desplazamientos Temporales y Anacrusis

El tema de los Desplazamientos Temporales es uno de los más interesantes en baterística y a la vez uno de los más complejos. Creemos por ello necesaria una revisión al respecto.

Comencemos por señalar que en nuestro instrumento usualmente empleamos una notación pentagramática que alcanza el nivel de semicorcheas. Para un ritmo cuaternario ("4/4") esto equivale a subdividir cada medida en 16 fracciones de compás (fdc).

No es que no se ejecuten fusas (en redobles abiertos a 32 fdc) o semifusas (en redobles cerrados a 64 fdc), o que no apelemos a tresillos de corcheas (a 24 fdc) o de semicorcheas (a 48 fdc). No obstante se trata de figuras poco recurridas en una performance común, a la par de su más compleja notación pentagráfica.

Tocar desplazado es recurrir de manera sensible a estas otras figuras, aunque sin denotarlo pentagramáticamente. Se puede percutir la tarola o el bombo un poquito adelantado o atrasado, manteniendo los platillos de ritmo metronómicamente a tempo.

Sensu estricto, se trata de emplear una fdc distinta a la usual, creando la ilusión rítmica de una posición distinta a la marcada (respecto al patrón rítmico de base). De hecho, jalar el ritmo (adelantarlo) o empujarlo (atrasarlo) le dará otro feeling a la ejecución.

Vale la pena aquí hacer la diferenciación entre Desplazamiento y Anacrusis, la cual consiste en desplazar toda la notación un poco más adelante o algo más atrás, con lo que el patrón de batería no se inicia en el primer tiempo del primer compás.

La anacrusis no recurre a una fdc distinta, y se toca tal cual lo expresa el pentagrama, aunque todo golpe esté corrido un poco más adelante o atrás, según se vea. Se forma pues un primer compás incompleto, que puede incluir uno, dos o tres tiempos, al cual se le llamará Pick-Up o Anacrusa.