Los Platillos

Concepto

Los Platillos o Platos constituyen en conjunto una de las secciones más importantes de nuestro set de batería. Podemos definirlos como discos metálicos de forma, tamaño y estructura variables, y que al impactar entre si o contra un percutor son capaces de generar ruido musical. En tal sentido, se trata técnicamente de idiófonos.

Ruido Musical

Sensu estricto, lo que produce un platillo es un ruido, vale decir, un sonido de estructura irregular. Sin embargo, a diferencia del Ruido Acústico, en el que diversos sonidos una vez juntos generan una sensación desagradable, el Ruido Musical recibe esta denominación justamente por producir una sensación agradable, pese a no encajar dentro de alguna escala musical.

Para calificarlo como ruido, el sonido emitido por los platillos reune ambos requisitos:

  • Distonía: altura sonora variable e inexacta
  • Disonancia: ondas parciales sin relación con la fundamental

Sin perjuicio de lo dicho, siempre es posible comparar los sonidos emitidos por dos platillos o por dos zonas distintas dentro de un mismo címbalo, estableciendo diferencias relativas entre sus tonos preminentes. v.gr. la campana suele sonar más aguda que el cuerpo.

Tipos de Platillos

Podemos clasificarlos de acuerdo a su función en:

  • Platillos de Ritmo: Hi-Hat y Ride
  • Platillos de Estallido: Crash, Splash y China Voices

A los platillos del hi-hat (superior o top e inferior o bottom) se les conoce también como Platillos Fijos, para diferenciarlos del resto, que genéricamente denominamos Platillos Volantes.

Fabricantes

Entre los principales tenemos a Meinl, Paiste, Sabian y Zildjian; estas cuatro marcas representan las dos corrientes de producción más reputadas: la suizo-germana y la turco-americana.

En un segundo nivel encontramos fabricantes no tan conocidos, como Anatolian, Bosphorus, Istanbul y Murat Diril, todos ellos turcos, y los italianos de la marca UFIP, que entre sus endorsers tiene al célebre baterista Charlie Watts (Rolling Stones).

Cada uno de ellos ofrece series de diversa calidad, pasando por los niveles básico, intermedio y profesional, con sensibles diferencias de precio. Estas responden en parte a la aleación empleada, y por otra al proceso manufacturero del que surgieron los platillos.

Aleaciones

Las principales aleaciones utilizadas para la fabricación de platillos son la siguientes:

  • Latón (CuZn): Cobre (Cu) y Zinc (Zn)
  • Bronce (CuSn): Cobre (Cu) y Estaño (Sn)
  • Nickelsilver (NiAg): Niquel (Ni) y Plata (Ag)

Esta última sirvió en su momento para la producción de la ahora rebuscadísima Serie Sterling de Meinl. Sin embargo, casi todas las marcas recurren actualmente a las Aleaciones del Cobre.

El Latón se emplea para producir platos de series bajas, en tanto que el Bronce sirve para la fabricación de platillos de mayor calidad, que solemos llamar series intermedias y altas. Cada aleación muestra proporciones variables de uno y otro de sus componentes, pero es finalmente el porcentaje de cobre el que suele determinar su menor o mayor costo. v.gr. las series B8 y Xs20 de Sabian, con 8% y 20% de cobre en su bronce, respectivamente.

No obstante, debemos aclarar que existen series de gran calidad que no tienen tan altos porcentajes de cobre en su aleación. Es el caso de la Serie 2002 de Paiste, con sólo 8% de cobre en su bronce, que era la preferida de John Bonham (Led Zeppelin), y cuyo valor agregado es el proceso de fabricación más que la propia aleación.

Manufactura

Varios procesos están involucrados en la producción de platillos, pero los más importantes son los siguientes:

  • Martillado: para darle forma y tensión
  • Torneado: para darle surcos al cuerpo
  • Acabado: para darle apariencia final

Tanto el martillado como el torneado buscan darle singularidad al sonido del platillo, de acuerdo a su función y a la serie a la cual pertenezca.

Martillado (Hammering)

Es el abollamiento que tiene todo platillo de calidad. Este puede ser desde manual (Hand Hammering) hasta automático, auxiliado incluso por una computadora que controla un martillo neumático.

Los platillos martillados a mano son siempre más caros, más que todo por la mano de obra que demandan. Salvo Sabian, el resto de las marcas más prestigiadas ya no recurren a este tipo de proceso.

Un martillado profuso, como el que lucen los platos de las series más altas, requiere una excelente aleación. Sobre ésta se aplicará el percutor neumático, a fin de generar tanto homogeneidad como mayor densidad del címbalo. Estas son las dos condiciones básicas para alcanzar luego un buen torneado.

¡martillado = amasar el platillo!

Torneado

Alrededor de un platillo se pueden apreciar unos surcos concéntricos que circundan en paralelo todo el cuerpo del mismo, y cuya función es permitir el escape del sonido hacia el entorno. Es por eso que los platos más torneados, con mayor número de surcos, ofrecen un mejor sonido.

Para tal efecto, una vez martillado el platillo, con lo que se vuelve más homogéneo y más denso, se facilita la labor de torneado, al permitir inscribir un mayor número de surcos, cada uno de menor profundidad. Por el contrario, un platillo más económico, poco martillado, mostrará surcos más gruesos y en menor cantidad.

¡torneado = desnudar el platillo!

Acabado

El acabado tiene por objeto darle su aspecto final al platillo, ya sea para resaltar su brillo, aplicarle color, o efectuarle inscripciones de marca y modelo mediante pintado y/o grabación en bajo relieve.

¡acabado = servir el platillo!

Configuración

La gran mayoría de platillos caen dentro de las 3 configuraciones básicas siguientes:

  • Estándar: Tienen cúpula, cuerpo y borde
  • Plana: Carecen de cúpula o campana
  • China: Parecidos a un sombrero mandarín

A mayor el tamaño de la cúpula, mayor el volumen del platillo y mayor la cantidad de armónicos. Análoga e inversamente, una configuración plana genera volúmenes y armónicos reducidos. v.gr. Flat Ride o Paper Splash.

La configuración china, que incluye a los China Voices, Trash, Mini-China y China Splash, confiere volumen, sustain y armónicos, tanto mayores cuanto más grande la dimensión del plato.

Más recientemente han aparecido nuevas variantes, como címbalos exprofesamente deformados, agujereados, con incrustaciones, o que son fruto de la fusión de dos platillos, como los Stack. v.gr. un splash con un mini-china. Dados los fines generales de este artículo, no nos ocuparemos más de ellos.

Grosor

Los más comunes son los siguientes:

  • Paper: ultradelgados
  • Thin: delgados
  • Medium: medios
  • Heavy: gruesos

Para la inmensa mayoría de platillos, el espesor suele reducirse del centro hacia la periferie, esto es, más grueso en la campana y más delgado en el borde. Es por ello que la cúpula aporta sonidos más agudos, en tanto los del cuerpo son más bajos.

El grosor del platillo es un determinante mayor del volumen del mismo, y con ello de su propia utilidad. v.gr. los bateristas de rock suelen apelar a platillos heavy, los de jazz a los thin, pero el común de los mortales a los medium, que son los más comerciales.

Sonoridad

Los címbalos tienen ciertas características sonoras que permiten su diferenciación, siendo las principales la respuesta y la tímbrica.

Respuesta

Este término no es musical, pero sirve para hacer referencia a una mezcla compleja de cualidades sonoras que se desprenden del platillo una vez que se le percute:

  • Sensibilidad: la rapidez del inicio de la vibración
  • Ataque: cuánto tarda en alcanzar su pico sonoro
  • Resonancia: la cantidad de vibración que genera
  • Sustain: cuánto tiempo sigue vibrando y sonando
  • Volumen: qué tan intenso es su sonido final
  • Proyección: qué tal se expande a cierta distancia

La respuesta guarda relación con el tamaño y grosor del mismo. Un platillo pequeño y delgado vibrará más (resonancia) y más rápido (sensibilidad) hasta alcanzar su pico sonoro (ataque), aunque por menos tiempo (sustain), con menor intensidad (volumen) y alcance (proyección). Obviamente, todo lo contrario se cumple para los platillos grandes y gruesos.

Sin embargo, a diferencia de un tambor, cuyo sonido final se define en el interior de un casco cilíndrico cerrado por un par de parches, los platillos difunden su sonido sin ámbito de restricción alguna, acorde a su estructura, configuración y manufactura, y no sólo en función del tamaño y espesor del ejemplar. v.gr. un china voice tiene menos ataque que un crash de la misma serie y similares dimensiones.

En tal sentido, la relativa homogeneidad de las "maderas" y la obvia heterogeneidad de los "bronces" explican que unos generen tonos y otros ruidos, y por qué los parámetros del sonido "corran por cuerdas separadas" en ambas secciones del set. Es por eso que hay una sola vía final común para calificarlos: golpearlos y escucharlos...

Tímbrica

El timbre de un platillo es una resultante compleja de la aleación, del proceso de fabricación, de la configuración, de las dimensiones del mismo y hasta del tipo de percutor empleado, a resultas de todo lo cual emergen armónicos específicos que le dan identidad a cada serie o a cada ejemplar en particular.

A falta de mejores definiciones, se hallan muy difundidos entre los bateristas una serie de términos subjetivos que pretenden adjetivar tales cualidades, apelando a vocablos algo metafóricos, cuando no caprichosos, y en los que, valgan verdades, ni nosotros mismos nos ponemos de acuerdo. Entre ellos encontramos los siguientes:

  • Brillante y Oscuro: rico y pobre en agudos
  • Frío y Cálido: armónicos débiles y fuertes
  • Limpio y Sucio: pocos y muchos armónicos
  • Profundo y Superficial: mucho y poco sustain
  • Suave y Aspero: pocos y muchos medios agudos

Partiendo del hecho que entre el blanco y el negro hay infinitos matices del gris, una descripción basada en antonimias absolutas hace más confuso y subjetivo el asunto. Dada mi costumbre de presentarles los temas del modo más simple y objetivo posible, me limitaré a sugerirles revisar el tema de Terminología Subjetiva aplicada a la música, y buscar un baterista de experiencia que les ayude a comprender sobre el terreno tales diferencias.

Comentarios Finales

La decisión de qué platillos comprar se basa en criterios de lo más diversos, entre los que destacan la preferencia por algún fabricante, el género que se va a tocar, el ambiente donde se instalará la batería, la sonoridad de los platillos y la oferta del mercado musical, sin olvidar, obviamente, la propia capacidad económica.

Finalmente, debe desterrarse la creencia de que un platillo es mejor porque tiene más porcentaje de cobre que otro, puesto que una aleación diferente sólo representa distinta sonoridad. Debes recordar que estamos hablando de platillos y no de joyas o alhajas. Por eso, los bateristas experimentados tienen presente el siguiente aforismo para escogerlos:

¡usar menos los ojos y más los oídos!

Video

A continuación un interesante documental acerca de la fabricación de platillos Zildjian.