Ritmos Binarios

Entendemos por Ritmos Binarios aquellos cuyos compases o medidas naturales están formados por dos tiempos de negras (2/4). De ellos se considera al primero como el tiempo fuerte o de tensión, y al segundo como el tiempo débil o de relajación.

Tienen gran importancia para nosotros, por ser factible convertirlos fácilmente a la métrica cuaternaria, con la que la mayoría estamos habituados, respetando incluso su acentuación natural.

En otros artículos hemos discutido el tema de las Permutaciones Rítmicas y de la Simetría de Compases. Dijimos que las primeras nos permiten modificar la métrica de una canción, mientras que la segunda caracteriza ciertos ritmos bailables.

Lo cierto es que muchos de los géneros que contemporáneamente se tocan en métrica cuaternaria (4/4) son resultado de la conversión de ritmos binarios (2/4) en compasillos, lo que facilita su ejecución.

Compasillo = Compás Cuaternario = 4/4

Para ello existen dos alternativas:

  1. Mantener el tempo dividiendo por dos el número de compases.
  2. Modificar la figura de valor y el tempo proporcionalmente.

En ambos casos se trata de subterfugios, y cada uno presenta sus propias peculiaridades.

Lo primero que deberíamos tener presente es que las partituras para batería establecen una secuencia de golpes, a las que solemos llamar sticking. Asumamos una de 8 golpes, impares en el bombo, pares en la tarola, y todos acompañados por el hi-hat.

Presentémoslo ahora en partitura, primero para métrica binaria y luego para métrica cuaternaria, ambos a ritmo de negras.

En el primer caso, se sostiene el tempo porque el número de negras es el mismo, independientemente del número de compases en que todas ellas se repartan. Sin embargo, el número de medidas se reduce proporcionalmente, esto es, exactamente a la mitad.

En el segundo la figura de valor se modifica, por ejemplo, pasando de negras a corcheas. Como la fracción de compás pasa a ser la mitad de la anterior, hay que reducir el tempo hasta la mitad.

Como vemos, en el primero se redujo el número de compases y en el segundo el tempo. Esto es realmente artificial porque el resto de los ejecutantes pueden llevarse de la métrica original, la que sería distinta a la nuestra. Sin embargo, este recurso es del todo válido puesto que finalmente la batería suena igual en uno u otro caso.

Comentarios Finales

Muchos ritmos que hoy tocamos, especialmente aquellos que son más bailables y para los cuales la batería es una incorporación novedosa fueron originalmente binarios, pero los fuimos adaptando a nuestros requerimientos y posibilidades, tanto en cuanto a su métrica, tempo o figuras de valor, como respecto a sus voces.

Hoy apelamos a idiófonos auxiliares, como cencerros, panderetas o jam blocks, todo ello con el solo fin de simular aquellos sonidos que distinguen la percusión de ritmos de la más diversa procedencia.

Los ritmos binarios son el origen de la mayoría de aquellos que hoy distinguimos por presentar patrones simétricos. v.gr. el vallenato colombiano, el flamenco español, el funky y el blues americanos.