Memoria Motora

Con frecuencia nos ocurre que tenemos que enfrentar un set que no es nuestro, y no mostramos la misma fluidez y habilidad que sin duda exhibimos al tocar el propio. Lo mismo puede pasar cuando andamos moviendo nuestro instrumento de un lugar al otro sin haber tomado los recaudos necesarios para repetir una cierta configuración.

Tocar la batería no es solamente un conjunto de secuencias más o menos bien aprendidas, sino un juego de movimientos coordinados que consiste en aplicar fuerza a diferentes superficies, desde y hacia posiciones variables. La Memoria Motora toma en cuenta todos estos factores, entre los cuales se encuentran:

  • peso y longitud de los percutores
  • ubicación de los pedestales
  • resistencia de los pedales
  • posición, distancia, altura y angulación de los percutibles
  • altura y angulación del mazo del bombo
  • altura del sillín y su distancia al bombo
  • altura y apertura de los platos del hi-hat
  • tensión de los parches

Por si fuera poco, la batería es el instrumento musical más personal que pueda existir, puesto que nadie tiene otra exactamente igual a la nuestra. Basta con que cambie la posición de alguna pieza, el tamaño de un platillo o la afinación del set, para que toda la experiencia se convierta en algo distinto. Empero, siempre se puede hacer algo por reducir el efecto de andarla armando y desarmando.

Lo primero es hacernos de una libretita, un lápiz, una escuadra angulada y una cinta métrica. Hay que tomar apunte de todo lo que pueda trascender en nuestro toque, haciendo hincapié en los items señalados en el párrafo trasanterior.

Otra medida es contar siempre con memory locks en cada pieza que lo permita. Esto se aplica a los atriles de la tarola y de los bronces, los tom holders y el vástago del mazo del bombo.

Finalmente, otra buena opción es proveernos de una alfombra en la que podamos marcar con tinta indeleble la ubicación de cada uno de los pedestales, los pedales, el sillín y el bombo. Obviamente, dicha alfombra debe trasladarse a cada sitio donde debamos presentarnos.

En lo que respecta a los percutores, siempre es bueno contar con un buen número de baquetas del tipo que nos resulte más cómodo. Y en cuanto a la afinación de los tambores, lo mejor sería disponer de un afinador manométrico, como el Drum Dial Tuner o su equivalente de la marca TAMA.

Conclusiones

Aunque lo ideal sería contar con nuestro propio roadie (plomo) que arme y desarme nuestra batería cuantas veces toquemos, la mayoría de nosotros no podemos darnos ese lujo por razones de costo, así que uno mismo tiene que hacerlo. Siguiendo los pasos antes descritos es muy probable que suenes siempre bien, o por lo menos lo mejor que puedas, ya que estarás tocando tal cual lo haces cotidianamente en tu ambiente de prácticas.