Métrica Instintiva

Una vez le pregunté a uno de mis maestros que tantas canciones estaban diseñadas con métrica de "4/4", y él me contestó que aproximadamente el 80% de los temas populares. Para aquellos que venimos de la órbita occidental ésto puede ser cierto. Y es que de pequeños escuchamos ya el uno-dos-tres-cuatro, con lo que nuestros oídos se acostumbraron a esta métrica. Es natural entonces que a la hora de tocar lo hagamos instintivamente siguiendo este patrón.

Por otro lado, tenemos también las influencias musicales europeas que nos fueron legadas por los conquistadores españoles. Así surge nuestro vals peruano, una derivación de su homónimo vienés, así como su conocido tun-de-te, que tanto repetimos desde pequeños para llevar el compás de un tema criollo.

Asimismo, durante la colonia se trajeron esclavos africanos que introdujeron sus propios ritmos, los cuales también hacen uso de métricas ternarias (3/4 ó 6/8). Emergen entonces nuevos ritmos como el festejo, el landó, el panalivio, por mencionar sólo algunos.

Imaginémonos ahora a un niño que comienza a escuchar música a una temprana edad en el Caribe. Obviamente, crece al ritmo del son y la rumba, y sus claves se entronizan en él. Lo mismo podríamos afirmar de los naturales del Brasil, con sus propios patrones de samba y todas sus extensiones (bossa nova incluido).

La métrica instintiva es aquella que forjáramos en nuestros primeros años, y se basa en el tipo de música que escuchamos desde pequeños...

Es realmente un reto para todo baterista el poder irse despojando de la misma, para dar paso a otros ritmos a la hora de tocar nuestro instrumento; y todos sabemos por experiencia que no es nada fácil.

Es por ello que el primer consejo que nos da Ignacio Berroa en Mastering The Art of Afro-Cuban Drumming es acudir a una discotienda, comprar todo el material que podamos de música afrocubana y ponernos a escucharlo.

Qué duda cabe, la opinión del extraordinario baterista cubano de la antigua banda de Dizzie Gillespie es aplicable a cualquier otro género que se pretenda interpretar, y en especial aquellos cuya métrica y acentuación es bastante distinta a la que estamos acostumbrados a escuchar.

Sólo así, oyendo primero y entronizando sus patrones rítmicos básicos, es que podremos posteriormente dar una interpretación medianamente "decente" a una variedad de géneros musicales...