Tempo & Movimiento

Musicalmente hablando, se denomina Movimiento o Aire el grado de lentitud o celeridad con que se ejecuta una pieza determinada.

El movimiento se indica en la partitura recurriendo a ciertas palabras en lengua italiana:

  • Grave (lentísimo)
  • Largo (muy lento)
  • Larghetto (lento)
  • Adagio (moderadamente lento)
  • Andante (moderado)
  • Allegretto (moderadamente rápido)
  • Allegro (animado)
  • Vivace (muy animado)
  • Presto (rápido)
  • Prestissimo (muy rápido)

Entendemos por Tempo la velocidad a la cual se toca un tema, la que por convención se expresa en las siguientes unidades:

  • BPM (beat per minute) o pulsaciones por minuto
  • QPM (quarter-note per minute) o negras por minuto

En realidad, ambas unidades son del todo equivalentes. Al expresar el tempo lo hacemos de manera independiente del tipo de métrica o del número de compases o medidas en el que puedan encajar cierta cantidad de notas.

Podemos concluir que respecto a la velocidad de ejecución:

  • el movimiento nos da el marco conceptual
  • pero el tempo es su criterio operativo

A continuación, algunas equivalencias entre ambos puntos de vista:

  • Grave (lentísimo): menos de 40 qpm
  • Largo (muy lento): 40-60 qpm
  • Larghetto (lento): 60-66 qpm
  • Adagio (moderadamente lento): 66-76 qpm
  • Andante (moderado): 76-108 qpm
  • Allegretto (moderadamente rápido): 108-120 qpm
  • Allegro (animado): 120-140 qpm
  • Vivace (muy animado): 140-168 qpm
  • Presto (rápido): 168-200 qpm
  • Prestissimo (muy rápido): más de 200 qpm

Cabe aquí recordar la sinonimia de movimiento: el Aire. Cuando se dice que un tema tiene el aire de un género, es porque suena a la velocidad que caracteriza al mismo. A nadie se le ocurriría tocar un vals a ritmo de guaracha, o un guaguancó a ritmo de balada.

Comentarios Finales

Por todo lo dicho, debe quedar claro que en cuanto al tempo existen rangos, y que cada género tiene los suyos, para mantener ese aire que le caracteriza.

Felizmente, hoy todas las partituras y tablaturas consignan el tempo exacto, pudiendo valernos de un simple metrónomo para sostenerlo en todo momento.

Sin embargo, uno puede permitirse ciertas licencias, esto es, tocarlo un poco más lento o algo más rápido que su tempo original, tratando de ubicarlo en nuestro rango de confort, y siempre que se respete el correspondiente a su género musical.