Roadies

En el ambiente musical es muy común que una banda de reconocido prestigio cuente con su propio personal técnico, encargado de poner a punto todos los instrumentos, equipos de sonido y medios de apoyo audiovisual requeridos para una presentación.

También conocidos como Pipas o Plomos, el término se solía aplicar antiguamente a distintos personajes vinculados a una banda, pero que no integraban propiamente el conjunto de músicos, incluyendo desde el manager hasta el personal de seguridad.

En los actuales momentos este vocablo se ha reservado al personal técnico, pudiendo tratarse de plomos individuales o grupales.

Los primeros, más especializados, se encargan de preparar todos los equipamentos de un músico en particular, mientras los últimos, más versátiles, dejan listos los de todo el grupo.

Al igual que un caddy, que usualmente es también jugador de golf, el roadie suele ser un músico en fase formativa, que asume la función como una oportunidad de establecer vínculos y aprender del músico al cual asiste.

Muchos grandes músicos han sido previamente plomos, como:

  • Kurt Cobain (Nirvana) ex-roadie de The Melvins
  • Noel Gallagher (Oasis) ex-roadie de Inspiral Carpets
  • Billy Powell, ex-roadie y luego tecladista de Lynyrd Skynyrd

Ya en el campo baterístico, el caso más emblemático es el de Peter Criss, baterista fundador de la banda KISS, que antes fue plomo del genial Gene Krupa.

Desde el punto de vista técnico, un buen roadie debe ser músico aunque ello no baste. Entre otras cualidades, debe ser un tipo ordenado, sistemático, con buenos conocimientos de sonido, capaz de darle solución a los mínimos problemas que pueden presentarse durante un espectáculo, como suelen ser:

  • afinar un instrumento
  • reconectar algún cable
  • cambiar una cuerda rota
  • reemplazar un micrófono
  • reorientar algún parlante
  • regular un amplificador

En resumen, cualquier desperfecto que pueda producirse en pleno show, y que no pueda ser solucionado en el acto por los propios músicos.

Comentarios Finales

Con el advenimiento de equipamentos más sofisticados, la función del roadie se ha hecho más complicada, al punto de convertirse en una profesión más que un oficio.

De hecho, hoy existen portales en la red específicamente dedicados a quienes se desempeñan como tales, y es de esperar que en tiempos cercanos podamos ver la aparición de programas educativos, que formen los futuros roadies, con conocimientos esenciales de música, sonido, logística y producción audiovisual.